viernes, 22 de octubre de 2010

La Robótica ya llegó

Hemos llegado a un punto en la historia del hombre en el que la informática cuenta un papel primordial. Todos estamos relacionado a través de las computadoras, es la era de la electrónica. La era metal, así le digo yo.
Ahora, para hablar con una persona te comunicas con la computadora; antes de tomar papel y lápiz, abres el Word y escribes allí.
Los trabajos exigen conocimientos de computación aunque nunca vayas a usar una pc. Estar actualizado es un anexo extra que hace que la persona sea más utilizable.
Sin embargo hay mucha gente, sobretodo gente mayor, que se niega a lo nuevo, le tienen miedo y hasta lo ven mal. Les parecen que una computadora es un aparato que te come el cerebro.
Como individuo, respeto todas las posiciones. Uno en la vida se pone en el lugar que más le gusta o más cree que le conviene. Pero oponerse a algo que se encuentra tan impregnado en nuestro vivir cotidiano, lo pone a uno en un lugar marginal.
Es bueno que como individuos, decidamos que cosas queremos y que cosas no. Hay expertos de la informática, amantes de la informática y enemigos de la informática. Cualquier cosa en su extremo me parece que puede llegar a ser perjudicial. Sin embargo los grandes genios de la historia, se han apasionado tanto por algo, que eso llego a ser su todo cotidiano.
La informática es una nueva ventana por donde ver los aspectos más recónditos del ser humano, es la enciclopedia de la vida actual y de la historia. Es la forma global de relacionarse remotamente.
Los que se oponen a la actualidad corren el riesgo de quedar afuera. Los que se oponen a la antigüedad corren el peligro de olvidarse de su pasado. Como mejor opción, dejar de oponerse, es el mejor camino. El oponerse a algo que simplemente existe genera conflicto y no llega a ningún puerto. La pelea por la pelea misma conlleva a una lucha de poder perdida desde su comienzo.
Es simple, si algo no te gusta, no gastes energía pensando en eso, simplemente no necesita tu atención. Ocuparse de las cosas que nos importan es ganar de entrada.
Estar en contra de la robótica, no va a generar que la gente deje de consumir informática.
Oponerse a la juventud, decir que la juventud está perdida por que lo único que hacen es sentarse frente a una computadora, genera una confrontación entre jóvenes y adultos. Si en vez de oponerse a la juventud, nos diéramos tiempo para entenderlos, interesarnos por sus proyectos y sus intereses (valga la redundancia) generaríamos jóvenes más seguros. Y realmente no importaría si son electrónicos o no, simplemente serian ellos mismos con lo que les toca vivir en su momento histórico.
Entendamos que esta es una etapa bisagra. En la que la informática juega un papel primordial, hay que tener en cuenta que enseñarle a los más chicos acerca del amor, va a poder fusionar las generaciones. Crear hombres más reales y menos virtuales. Más concretos y menos pixelados. Pero permitirles a ellos crear con sus nuevas formas de hacer arte nos permite un nuevo espacio en el que todos somos protagonistas. Y mostrarles las formas que hemos utilizado para armar rompecabezas, les dará más confianza para seguir camino.
No hay nada de malo con la época actual, como tampoco hay nada de malo con las épocas pasadas. Todos hemos atravesado el lienzo del poeta para llegar a lo que llamamos “actualidad” y hemos sobrevivido. Y lo seguimos haciendo a pesar de la informática y a partir de la informática también.
Todo lo que pasa y deja de pasar son sucesos, acontecimientos, situaciones, nuevas estrategias de Dios para que los hombres sigan creciendo, desarrollándose y aprendiendo.
La mejor manera de dejar de estar en la prehistoria del hombre es adelantándose. Imaginar que estamos mucho más allá que en el presente. De esta forma le das un panorama más amplio a tu vida actual. Todo lo que hoy vez enorme e inalcanzable, te parece diminuto y superable. Todo lo imposible se torna factible desde el prisma del adelantado. Y adelantarse no quiere decir vivir en el futuro. Nada de eso. Solo si te imaginas el último eslabón vas a poder cerrar la cadena. O sea que comenzando por lo mínimo que es el momento presente, y sabiendo lo máximo que es el momento en que te imaginas el final, o sea, también el presente, la cadena cierra. Eso fue todo lo que tuvieron que hacer los grandes creadores de la historia. No hizo falta crear la computadora, simplemente imaginársela para cambiar un rumbo.
Simplemente con eso se creó la era informática. Una visión. Una intención.
Mucha gente se queda en el pasado y lo único que les pasa, es que los acontecimientos del presente se les hacen pesados y se condenan a una vida sin visión. Así como el adelantado asimila la vida rápidamente, el atrasado queda estancado. Solo un cambio de lugar, de posición puede adelantar al atrasado. Y eso no quiere decir que tenga que salir corriendo a comprar una computadora. Simplemente dejar de quejarse por la tecnología y empezar a ocuparse de lo que le interesa. Ocuparse de algo positivo es el comienzo de cambiar una realidad que no nos gusta.
La vida es bastante preciosa como para perder tiempo en lo que no nos gusta. Aprovechemos lo que nos gusta y pongamos ganas en eso. Tal vez sea un buen pretexto para cambiar al mundo.
Hemos comprobado con la experiencia que ir en contra del sistema no cambió la vida de nadie. Simplemente nos ha dejado en un lugar marginal en el que la sensación, es de impotencia. Si en cambio acompañamos los nuevos avatares como parte del proceso creativo, ahí habremos cambiado algo de lo que no nos gustaba, y tal vez la informática, para aquellos que no se sienten a gusto con ella, no sea tan mala después de todo.
Tener una mente amplia, un corazón panorámico, una apertura de pensamiento genera más.
Y más siempre suma.
Quedarse corto, ser cerrado, negar la vida, anula, frena, resta.
¿En qué ecuación te ubicarías?

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